Carmen Conde y Maisa Lloret
¿Cuántas calles dirías que llevan nombre de mujer en tu localidad?
Esta semana en el curso sobre Memoria
Democrática que estoy realizando me pedían que hiciera una comparación entre las cantidades de calles con nombres de hombres y con nombres
de mujeres que hay en mi localidad y el motivo por el que se les concedió a
estas personas ese elogio. Antes de comenzar sabía que la diferencia entre unos y otras iba a ser
bastante grande pero nunca pensé que lo fuera tanto. Es evidente que la invisibilidad
social con la que siempre se ha tratado a la mujer ha hecho que la desigualdad
esté presente también en el mapa urbano y no solo en San Miguel de Salinas sino
en la mayoría de las ciudades (por no decir en todas) y los pueblos de nuestra
geografía.
Según el callejero que he utilizado, la
localidad de San Miguel de Salinas se organiza en torno a 110 calles y 6
plazas, sin tener en cuenta las once urbanizaciones que también forman parte
del término municipal pero que no he considerado en este trabajo porque los
nombres de sus calles no se refieren, en ningún caso, a personas.
Encontramos una gran cantidad de calles
(54) que llevan nombres masculinos de personas destacadas a nivel nacional
y/o internacional en los ámbitos de la literatura, el arte, la ciencia y, sobre
todo, la música, debido a la tradición cultural musical que tiene este pueblo. Ejemplos
como Antonio Gala, Antonio Machado, Camilo José Cela, Cervantes, Dr. Fleming, Gabriel
Miró, Goya, Handel, Manuel de Falla, Mozart, Schubert,
Schumann, etc.
A los anteriores nombres hay que sumar la
calle Luciano de la Calzada, catedrático de Historia y diputado de la CEDA, y
los siguientes con vinculación religiosa: Padre Jesús, Juan XXIII, San Juan,
San Luis, San Miguel, San Narciso, San Pancracio y San Rafael.
La localidad también cuenta con nombres
de calles dedicadas a hombres, autóctonos o no, que destacaron en el pueblo o
lo beneficiaron de un modo u otro. Este es el caso de quince nombres de
calles como, por ejemplo, Juan Mateo Box, Juan Mateo Vera, Miguel García
Galant, Ruíz Caracena, Tomás Pérez Castaño, entre otros.
En cuanto a los nombres de calles dedicados
a mujeres encontramos dos con vinculación religiosa: Ntra. Sra. Montserrat y San
Teresa. Y dos nombres de pila sin apellido: Inmaculada y Pilar.
Tan solo dos nombres de calles se
corresponden a mujeres reales y ninguno de ellos pertenece a una mujer
autóctona de San Miguel de Salinas o con relación con el pueblo. Los nombres de
estas calles son: Carmen Conde (poeta, prosista, dramaturga, ensayista y
maestra española; una de las voces más significativas de la generación del 27)
y Maisa Lloret (gimnasta rítmica española que compitió en la selección nacional
de gimnasia rítmica siendo 5ª en los
Juegos Olímpicos de Seúl en 1988).
Sin considerar las calles con nombres de
santos y santas, la comparación entre calles dedicadas a hombres y calles
dedicadas a mujeres establece una distancia enorme entre unos y otras. De 116
calles y plazas, 78 calles (67%) están dedicadas a hombres frente a 2 calles
(1,7%) dedicadas a mujeres.
Además, se destaca que existen 15 calles
con nombres de hombres que fueron relevantes en San Miguel de Salinas, se consideró
que merecían el honor de que una calle de la localidad llevara su nombre, y,
sin embargo, no existe ninguna calle que distinga a una sola mujer de esta
localidad o con vinculación con ella.
Como excepción, destacar que, entre los
edificios públicos con nombre, y considerando que la localidad cuenta solamente
con un colegio de educación infantil y primaria, encontramos el Colegio Público
Gloria Fuertes, dedicado a la conocida poeta madrileña.
Reflejo viario de la exclusión de la
mujer, relegadas al papel de amas de casa y del cuidado familiar, negándoles la
posibilidad de realizar actividades o trabajos conectados a la vida pública: la
política, el arte, la literatura, la ciencia. Y aunque hubiera mujeres merecedoras
de elogios y honores, que las hubo, siempre estuvieron ocultas, invisibles
en el espacio público que estaba diseñado por y para hombres.
Seguro que ahora, iniciado ya el año
2020, ganas no nos faltan de conceder esta distinción, el nombramiento de una
calle a una mujer, porque no será por falta de escritoras, deportistas,
científicas, artistas, y porque aunque no sean tantas las mujeres de nuestro pueblo, ya
que tuvieron que dedicarse a la familia y sus cuidados sin la posibilidad de
poder sobresalir en otros campos, tampoco tendremos que estrujarnos mucho la
mollera para encontrar candidatas. Porque este desequilibrio transmite una
imagen errónea e incompleta de quién se merece ser recordado, se contribuye a
reforzar el estereotipo a través del cual las mujeres no deberían dedicarse a
actividades de relevancia pública o destacar en ningún ámbito. Necesitamos, sobre todo los niños y niñas, figuras de referencia que sean mujeres.
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Zordis |
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