Que mañana


El sol viene trepando por el cielo

y se cuela a tiras por la ventana,

ha sonado ocho veces la campana

y las sábanas caen hasta el suelo.


Sobre la mesa fresas y un pomelo

y una música que se oye lejana,

olor a café, atmósfera liviana,

y en el pecho rondando el mismo anhelo.


Que mañana el sol esté de resaca,

que se cuele tu voz como un murmullo

entre los pliegues del cuerpo y la cama.


Que mañana el aire sea albahaca

y comamos la fruta con orgullo,

que nos miremos aún sin pijama.

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