Mayday

 


En mayo, de este fatídico año 2020, comenzó a gestarse el proyecto de una antología de 69 poemas escritos por 14 escritoras y escritores de todo el mundo, por medio de una campaña de crowdfunding: Mayday 69 poemas de rescate.

8 de junio de 2020

San Miguel de Salinas ~ Montevideo: 9.904 km

 

Horacio Cavallo es un escritor uruguayo al que leo y sigo gracias a un pobre marinero que navegaba, sin mucha suerte, por el canal de Suez y que un día tuvo la idea, y yo la suerte, de presentarnos. Hay ciertas personas, y escritores en este caso, que desprenden un algo especial, que parece ir más allá de sus escritos o, quizás, esa excepcionalidad en su carácter, su actitud o su pensamiento, se transmite a la escritura y se convierte en poderoso imán para lectoras como yo. De Cavallo he leído historias infantiles, relatos, novela, poesía; he escuchado entrevistas o intervenciones en las que hablaba de su obra o de la literatura en general o de la arquitectura de su país. Y da igual, todo me gusta, cada palabra dicha o escrita.

Y a partir de esa lealtad y admiración Cavalliana descrita aquí, me interesé por una campaña de crowdfunding para la publicación de una antología de poesía social en la que Cavallo participaba y que compartió en redes sociales. El libro, en proyecto todavía entonces, estaría formado por cinco poemas de cada autor o autora participante con, además, un lema que reflejara alguna de las grandes pandemias del mundo como, por ejemplo, el racismo, la destrucción del planeta, la falta de libertad o la vulneración de derechos, la transfobia, el tráfico humano…

Participé en la campaña como mecenas y un mes después me comunicaron que se había alcanzado el objetivo y el libro Mayday seguía adelante.

23 de diciembre de 2020

La Coruña ~ San Miguel de Salinas: 1.035 km

 

Rosanna Moreda es escritora y vive en La Coruña. Fue la coordinadora de la campaña de crowdfunding del libro Mayday y también participó con cinco poemas que hablan sobre la maternidad o, más bien, la no maternidad, bajo el lema Aire. Dice Moreda en el libro: “Se nos reprocha que no dejaremos huella. Pero dejaremos polvo, aliento, o lo que es lo mismo… aire”.

Hace unos días recibí un correo de Rosanna en el que me pedía que confirmara mi dirección de envío para hacerme llegar el libro Mayday, pero también me hacia otra petición que reconozco que, en un principio, me extrañó. Me pedía que, cuando pudiera, le hiciera llegar dos ejemplares del libro a la traductora Jaqueline Cruz, puesto que vivíamos cerca y así podía abaratar los costes en los envíos. La verdad es que voy a menudo a Alicante y no me suponía un gran esfuerzo acceder a cumplir su encargo. Y había algo más. Ese nombre, Jaqueline Cruz, no era la primera vez que lo escuchaba.

 

16 de febrero de 2019

San Miguel de Salinas ~ Alicante: 69 km

 

Marta Sanz presentaba su libro Monstruas y Centauras en la librería Pynchon (de mis favoritas) en Alicante.

Allí quedé con Graciela y Ana, a las que acompañaba la sueca, una señora que pasaba temporadas en la casa que tenía en San Miguel de Salinas y que, a partir de sus visitas a la biblioteca, había hecho amistad con Graciela —bibliotecaria— y con Ana. La sueca tenía el don de la palabra y, en muchas ocasiones, Graciela me había hablado de las largas e interesantes conversaciones que mantenían, y que yo misma constaté una tarde que me invitaron a dulce, plática y café.

La presentación de Marta Sanz fue una maravilla, porque escuchar a esta escritora siempre es un placer y una enseñanza. Cuando salimos a la calle, con nuestros libros firmados y el entusiasmo que habían provocado las palabras de Marta Sanz, Graciela me habló que había estado charlando con una mujer muy interesante sobre literatura escrita por mujeres y feminismo, y se habían intercambiado sus direcciones de redes sociales para seguir en contacto. Aquella mujer se llamaba Jaqueline Cruz, y su nombre se quedó grabado en mi memoria, quizás escondido, latente en un rinconcito, aguardando el momento exacto en que lo pudiera necesitar.

 

 

1 de abril de 2020

Canal de Suez ~ San Miguel de Salinas: 4.470 km

  

Uno de los libros infantiles que más me gustan y, sobre todo, que me apasiona leer en voz alta, es El marinero del canal de Suez de Horacio Cavallo. Una historia contada a través de la poesía, con unas ilustraciones muy sencillas, pero tremendamente evocadoras del ilustrador Matías Acosta. He perdido la cuenta de las veces que, antes de ir a dormir, les he contado esta historia a mis hijas, porque la música de los versos te envuelve y las palabras parecen que salen solas, como si formaran parte de una canción o de un juego.

Al marinero lo encontré un día en la librería de Irene y como me ocurre, a veces, con algunos libros, fue un flechazo. Antes no había leído nada de Cavallo.

 

Pobrecito el marinero del canal de Suez,
navegando sin timón su cáscara de nuez.

 

Pobrecito el marinero del canal de Suez que, a pesar de su infortunio, consigue regresar a casa y, además, con nuevos amigos: un perro, un pollo y un gato, a los que piensa convidar con una tortilla de algas en un rato.  

En abril, y gracias a que el marinero siguió navegando, conocí por redes sociales a Horacio Cavallo.

 

Ahora

Tierra: 12.742 km de diámetro

 

Es posible que las cosas pasen sencillamente porque tienen que pasar o, por el contrario, que estemos más cerca unos de otros de lo que pensamos, a pesar de que nos separen miles de kilómetros. Hilos imperceptibles, redes que nos conectan, que nos unen, aunque no seamos conscientes, pero que están ahí, esperando el momento adecuado para hacerse visibles o, por el contrario, permaneciendo ocultas par siempre.

Horacio, Rosanna, Graciela, Jaqueline, Inés; y, quién sabe, quizás también historias conectadas entre Marta, Ana, la sueca, Matías, Irene…

Dices que te irías a una cabaña perdida en el bosque, aislada y ajena al mundo; siento decirte, amiga, que da igual, la tierra no para de tejer.

Comentarios

  1. Buenos días, Inés. Ante todo, quiero agradecerte que estés custodiando mis ejemplares de "Mayday" hasta que podamos cuadrar un encuentro en Alicante, San Miguel de Salinas o algún punto intermedio.
    Y, en segundo lugar, agradecerte esta entrada donde me das un inesperado protagonismo que, curiosamente, enlaza con muchos de los hilos que han contribuido a tejer lo que soy, y cómo soy, hoy, a 4 de enero de 2021. Sólo te diré que nunca olvidaré esa presentación de Marta Sanz porque supuso una especie de "epifanía" para mí y que, cuando Rosanna me dijo que vivías en San Miguel de Salinas, recordé inmediatamente a Graciela y ese mediodía de sábado en Pynchon. Lo que no sabía era que tú también estabas allí.
    Pero desarrollar todos estos hilos que se han cruzado con los tuyos sería demasiado largo y creo que amerita mi propia entrada en mi blog. Abrazo enorme hasta pronto.

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    1. Hola, Jacqueline. Encantada de formar parte de este tejido tan hermoso. Tus ejemplares de "Mayday" están a buen recaudo; ya nos organizaremos para encontrarnos y entregártelos. Graciela, en varias ocasiones, me había hablado del contacto que mantenía contigo y me pidió que si te veía te diera un saludo muy cariñoso. Gracias por tu comentario en el blog y otro abrazo fuerte.

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    2. Jacqueline e Inés,

      Qué alegría leer vuestros comentarios y saber que Mayday esté provocando conexiones tan vibrantes. En realidad, como bien decís, el germen ya estaba ahí, pero la Antología lo ha activado. Os comento que este sábado 16 voy a firmar algunos ejemplares en un rinconcito feminista que se llama Ese Sitio. Si bien es un acontecimiento hermoso ( por ahora - por suerte y por desgracia -, no soy de presentaciones, ni de firmas en público, ni de figurar mucho en realidad), la única cosa que me da penilla es que esté solo yo como representante de Mayday, cuando somos casi 20 que hemos trabajado tanto en ella.
      Pero son los tiempos que corren. Irán muy poquitas personas (no más de 5) por las restricciones, y además, de la ciudad herculina soy solo yo. Es decir, la única que vivo aquí. Pero pensaré mucho en vosotras y en el tejido encantador que esas Diosas que son las estrellas nos ha regalado. Inés, solo una cosita. Yo no participo con cinco poemas sino con cuatro. Es un pequeño/gran detalle porque de lo contrario serían 70 poemas y no la cifra mágica: 69.

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